En Arrecife hay unas 23.000 viviendas censadas, según el Instituto Nacional de Estadística. El valor patrimonial de todas estas viviendas, tirando por lo alto, es de unos 3.450 millones de euros (a 150.000 euros por vivienda).
En Arrecife hay unas 23.000 viviendas censadas, según el Instituto Nacional de Estadística. El valor patrimonial de todas estas viviendas, tirando por lo alto, es de unos 3.450 millones de euros (a 150.000 euros por vivienda).
Tras la rueda de prensa sobre los supuestos beneficios de los CACT en plena pandemia, solo cabe concluir que ha obrado un milagro con un nombre propio y una culpable: Benjamín Perdomo y Loly Corujo, respectivamente, que son los artífices del mentiroso milagro para tapar el gravísimo error económico —que pagamos todos, por cierto, de no aplicar un ERTE de libro en la empresa pública.
Hace años escuché un símil muy sencillo sobre la relación del Gobierno del Estado con Canarias: cada vez que en Madrid arranca una nueva legislatura, Canarias vuelve a la casilla de salida, como una partida de parchís.
La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Arrecife ya se encuentra trabajando en las medidas sanitarias de cara a la apertura de los centros deportivos en la ciudad.
La problemática de la inmigración sin control no es nueva ni en Lanzarote ni en Canarias y, por tanto, no ahondaré en la cronología de la misma (pueden consultar el balance que, recientemente, hizo con bastante acierto mi compañera y secretaria general Migdalia Machín:
Con todo lo que está lloviendo en nuestro país (y en el resto del mundo) desde hace meses, nos agarramos a cualquier punta que sobresalga para no caer definitivamente al vacío y creer ver un sol naciente en el horizonte similar al de los nipones.
"Que lo convoque"; fue lo que PSOE de Lanzarote, resto de partidos políticos, Fundación César Manrique, sindicatos, asociaciones de vecinos y colectivos sociales le reclamaron a Dimas Martín, entonces presidente del Cabildo de Lanzarote, en agosto de 2003.
En el Cabildo Insular de Lanzarote y en el Ayuntamiento de Arrecife, coinciden dos realidades radicalmente distintas una de la otra.
Como de costumbre por las mañanas, estaba en la pastelería Zayes, en la esquina de Eugenio Rijo Rocha con Luis de Guadarfia, en Titerroy, en la cola del pan, mientras me tomaba mi habitual cafe con leche de dos pisos.
A la mayoría no nos está resultando una tarea sencilla desenvolvernos cada día en esta época tan complicada que nos ha tocado vivir. La pandemia nos ha traído una crisis sanitaria, económica y social de proporciones inimaginables, pero no dejan de ser tres dimensiones de un problema que requiere esfuerzos asimismo descomunales para poder solucionarlo.
Parece que vamos a tener que convivir durante toda esta legislatura, que va a durar sus cuatro años, con las proclamas sobre el hundimiento de nuestro país que vociferan a todas horas tanto la extrema derecha como la derecha extremada.
Si, efectivamente. Y muy lamentablemente, unos "terroristas" del ajedrez y por ende del deporte de la isla, en el ámbito del Club de Ajedrez CIAL y Club de Ajedrez Tablero de Guanapay, con la infame y total falta de ética del grupo Lancelot Medios, llevan dos años con una absurda "guerra civil" que se podría catalogar de "terrorista" para el ajedrez de Lanzarote y sus practicantes.
Como a muchos españoles, sólo la lectura repetida del Artículo 1 de la Constitución me ha sacado de dudas para saber a ciencia cierta el siglo en que vivo, porque he llegado a cuestionarlo tras los últimos episodios conocidos en torno al anterior Jefe del Estado.
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