Lo que parecía un viernes aislado entre días festivos, la resaca del Día de los Difuntos, va a quedar encuadrado en la historía de Lanzarote como un punto de inflexión al que mirar desde el futuro cuando echemos la vista atrás.Con matemática meticulosidad, los responsables cabildicios han escogido este viernes para avanzar los próximos pasos de dos de las entidades más importantes de la isla, Inalsa y los Centros Turísticos.
A las 12 horas el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, hablará de las entrañas que restan por sucumbir de la empresa Insular de Aguas. Apenas dos horas después y tras un Consejo de Administración escondido hasta la médula, los responsables turísticos del Cabildo, con San Ginés al frente, escogerán esa hora perdida desde el punto de vista mediático para aclarar parte de sus planes para los centros ideados por César Manrique y ahogados por muchos otros.
Dejando de lado las críticas que se puedan escupir al observar como se escoge el mediodía de un viernes poco habitual para tratar temas de semejante enjundia para la isla, la oposición va a tener tema para rato.
Respecto a Inalsa queda claro que las acusaciones de privatización a San Ginés tan sólo serán la punta de lanza. Algunos opositores al presidente cabildicio aún se enervan al pensar el devenir de las propuestas del presidente para Inalsa teniendo en cuenta la situación que atraviesa. De las tres propuestas que aireó San Ginés para Inalsa era evidente, según ellos, que dos se caerían dejando la privatización como excusa infalible. Tenían claro que ni los créditos ICO ni los bancos acudirían cargados de flotadores para aliviar lo desecho con ahínco por tantos políticos en Inalsa. Quedando sólo la licitación que se explicará este viernes como opción, se viste con una apariencia de más adecuada.
Lo de los Cacts no se queda atrás. El Consejo de este viernes es el primero que arroja movimientos significativos. Subir el precio de las entradas en un año en que la recaudación por las mismas ha tocado fondo suena raro y para justificarlo se habla de vender más caro ofreciendo una aparente careta de mejora y de destino fuera del all inclusive por siete euros la noche. La pena es que esa excusa que aterriza ahora en Lanzarote no haya sido parida con anterioridad, seguro que los conejeros, los empresarios y los hoteleros estarían encantados de vender y cobrar mejor por este destino nuestro que ahora nos sale al paso con tanto brio.
Resta por saber cómo evolucionará la relación con los ayuntamientos pues en dos meses se quiere cambiar el matrimonio que mantienen tan mal avenido. A buen seguro Haría no acatará las decisiones de ese Consejo de San Ginés y los Cacts y acudirá sin dilación a la Justicia, ofreciendo un nuevo espectáculo ante el que cerrar los ojos para la ciudadanía de Lanzarote, a no ser que los mandamases de Coalición Canaria sepan poner la tirita a tiempo en la herida San Ginés-Torres Stinga.
El próximo Consejo de los Cacts, con total seguridad tan mimetizado como este, tratará también algunas decisiones que afectarán a los trabajadores. Se conocerá entonces si los trabajadores están unidos, si recuerdan sus antiguos desencuentros con San Ginés con la maza sobre la restauración de los Centros y si la palabra huelga retorna a los escuálidos centros.En definitiva, un viernes de pasión en el que los machacados centros e Inalsa dan pasos que sólo el tiempo dirá si son los adecuados tras décadas de decadencia y otras cosas peores.
Cuestiones demasiado importantes para ahogarlas en las horas centrales de un viernes extraño.
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